No
sabremos jamás cómo tocaba Beethoven
Ni
seremos árboles, tigre
lluvia
de estrellas, bicho sin ojos
El
devenir nos está vedado
Sólo
el que pelee consigo
desde
el sueño al desayuno
quizá comprenda algunas cosas:
un desplazamiento que parece inamovible
y
acaso el escalofrío que produce la muerte
cuando
nos respira en el costado.
3 comentarios:
Lo intentan vanamente los poemas, al menos lo intentan, y algunos nos conmueven... Un abrazo.
volamos? estoy inflando globos con helio como para las dos, mientras voy afilando la mente el corazón y los sueños! besocolorinches hermosa! la cami
Una belleza.
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