Hablemos de las cosas que no son, hasta que el cuerpo diga basta.
viernes, 16 de agosto de 2013
Reparten peces en la calle La gente se agolpa Hay disturbios Una mujer me entrega su pez medio muerto Respira con dificultad Es grande, gordo y brillante. Lo cargo como a un bebé Su vientre se infla en pequeños espasmos Corro, quiero salvarlo Llego a una casa lleno un fuentón con agua Se recupera Lo acaricio me muerde la mano.
3 comentarios:
A veces, es necesario pasear pro la calle blandiendo crudos anzuelos duros.
*por
Era un pez maestro. Como los que te enseñan los koan. A veces un golpe o mordida, es la respuesta y no la palabra.
abrazo mercadito salteño
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